Jijiji, hola, hola. Tardo siglos en actualizar y no sé por qué. Bueno, tomar el capítulo cuatro x3. No os voy a dar mucho la plasta. Solo avisar de que mi twitter ha sido cambiado, ahora es @Fantasticweirdo y eso. ¡A leer y comentar! Gracias.
—Dougie, despierta.—Alguien entró en su cuarto y subió la persiana dejando que entrara toda la luz de golpe. El pequeño gruñó a modo de respuesta.— No me hagas llamar a tu hermana para que te despierte.
Nada más oír eso, Dougie se levantó. No quería que nadie saltara en su blandita cama tan pronto.
— ¿Qué hora es?—Pregunta mientras se acostumbra a la claridad del día.—Tengo sueño. No hay clase. ¿Para qué me despiertas, mamá?
—Son las diez y media, vístete, nos vamos a desayunar fuera. Os quiero presentar a alguien a tú hermana y a ti.— Aclara y antes de salir por la puerta se gira.—Ponte algo formal.
Confundido. Así es como está ahora el pequeño rubio. Muy confundido. ¿A quién querrá presentar? ¿Y por qué se tenía que poner ropa formal? Tsé, como si él tuviera de eso. Se levantó y se metió en el baño. Se duchó rápidamente, sin mojar el pelo siquiera y volvió a su habitación. Abrió el armario y buscó entre sus miles de camisetas, todas ellas informales. Sudadera, no. Pantalones vaqueros, tampoco. ¿Qué narices se ponía ahora? Optó por coger unos pantalones negros y una camiseta normal de las que usaba normalmente. Se puso sus vans, obviamente le daba igual si iba formal o no, y bajó abajo.
—Haz el favor de peinarte, hijo.—Se acercó a él y con los dedos le arregló el pelo.— Ya está. ¿Preparados?—Sonrió.—Vamos.
Estaba nerviosa, se le notaba mucho. Sus movimientos, sus sonrisa e incluso su pulso que temblaba. Su hermana llevaba un vestido morado y tenía el pelo recogido en dos coletas, le hacía muy adorable, pero Dougie más que nadie sabía que de eso poco tenía Jazzie.
Salieron los tres de casa, su padre estaba trabajando, y aunque terminaba a las cinco de la tarde, siempre volvía a altas horas. Y Dougie sabía por qué, o al menos, eso creía. Anduvieron por todo Corringham (no es que fuera muy grande, claro), hasta que llegaron a una cafetería. Entraron y una mano se elevó saludando a Sam, la madre del rubio.
— ¡Sam! Has venido, y has traído a tus hijos, qué bien.
—Claro, así se hacen amig...
— ¡Dougie!
Esa cabecita rubia, esa sonrisa, ese hoyuelo en uno de los mofletes... ¡Era Tom! No es que se alegrara de verlo, es más, tenía un poco abandonada la idea de hacerse amigo de esos dos, pero si no... Puso su mejor sonrisa.
—¿Os conocíais?—Preguntó la otra mujer sonriendo.
—Sí, nos lo presentó el otro día un amigo en común.—Intenté parece amable.— Soy Dougie Poynter, señora.
—Oh, no me llames así, llámame Debbie, soy Debbie Fletcher. ¡Pero qué niña más mona! ¿Y tú cómo te llamas?
—Jazzie.— Sonrió la pequeña tímidamente.
—Sentaros, te he pedido un café con leche de los que te gustan, Sam.
Al rato vino un chico con los cafés, Dougie pidió una colacao al igual que Tom, que estaba a su lado. Mientras, la pequeña Poynter tomaba un vaso de leche. Después vino un hombre, que resultaba ser el padre de Tom con una niña de la edad de Jazzie, Carrie. Ambas se hicieron amigas enseguida. Tom y Dougie hablaban animadamente. Tenían muchas cosas en común y eso hizo que Dougie quisiera ser su amigo.
—Oye, mamá, ¿qué tal si nos cuentas por qué estamos aquí?—Preguntó Dougie.
— ¡Es verdad! Qué cabeza la mía. Verás, ellos son de Londres, y bueno, nos vamos a ir allí un tiempo... Debbie es una amiga del colegio y me ofrecerá trabajo allí.
— ¿Cuánto tiempo?—Dougie se había puesto serio de un momento para otro. No lo podía creer.— ¿Y cuándo iremos si se puede saber?
—Aún no lo sé, lo tengo que hablar con tu padre... No, en realidad nos iremos dentro de tres semanas, tú padre no viene.
Le temblaba la voz. Y no paraba de mirar a su taza de café. Estaba asustada. Y nerviosa al mismo tiempo.
—Está bien.— Dijo Dougie más relajado.
No quería que su padre fuese. No, no quería. Trataba mal a su madre. Le gritaba y a veces había llegado a pegarla una bofetada. Obviamente, borracho. Pero eso era algo constante puesto que se emborrachaba con facilidad. Y el pequeño odiaba ver eso. Odiaba ver a su madre mal, no poder hacer nada, que su madre no hiciera nada. Ese no era su padre. Él no era así cuando era pequeño.
No lo soportaba.
También le gustó la idea de irse. Si se iba se libraría de Mike. Y con suerte a su skate no le pasaría nada, puesto que sería amigo de Tom e incluso si eso de Harry. Ya no le horrorizaba tanto la idea de tener dos amigos, al contrario, Tom le había contado que Harry y él también tenían muchas cosas en común por lo que, Dougie y él también las tendrían.
No parecía tan mala idea, ¿no?
— ¿Y en qué trabajarás?
—En la cafetería que tienen los padres de Tom.
—Suena bien. Me gusta la idea de irnos.
Su madre no hizo más que sonreír. Si Dougie era feliz yéndose, ella también. Por otra parte a Jazzie le encantaba la idea de irse con Carrie y jugar con ella en Londres. Por lo que... Todos felices... ¿Todos?
¿Os ha gustado? ¿Comentarios? ¿Críticas? Hasta el próximo c:
Oooohhhhhhh madre esto se pone interesante....
ResponderEliminarSi es que en el fondo se llevará bien con Tom y Harry....y eso me gusta!!!! Jajajajaj
Pq dices pones en el final todos con interrogaciones?????? Quiero saberlo!!!!!!!!!!
.spero que busa rápido porque estoy deseando leer el siguiente!!!!!!
Un besazoooo